miércoles, 13 de febrero de 2013

UN RECORRIDO POR EL INTERIOR DE LOS BUSES DEL SITP





Por ahora, hay 1.000 de esos buses y para diciembre de este año se espera tener unos 12.500.

Desde hace un tiempo los bogotanos hemos empezado a ver varios buses azules que transitan por las vías de la ciudad y hacen antiguas rutas que eran de los buses de transporte urbano tradicional.

Por ahora, hay 1.000 de esos buses y para diciembre de este año TransMilenio, que es el ente gestor del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), espera tener unos 12.500 funcionando en las calles. ¿De dónde salen estos buses?, ¿son nuevos?
Algunos sí, otros no. A la fecha, el Distrito y las operadoras que tienen convenio para reparar estos buses han recibido en sus talleres 15.500 vehículos. De estos, 5.000 están en proceso de chatarrización y unos 9.000 los están adecuando para el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP). A los otros aún les están haciendo un peritaje técnico para conocer su estado.
Los modelos que se están actualizando y adecuando son los de 2005 en adelante porque, cuando son anteriores, sale más barato chatarrizarlos y comprarlos nuevos que repararlos. Arreglar un vehículo de servicio público cuesta entre 30 y 40 millones de pesos, según su estado, y la vigencia de los buses arreglados es de aproximadamente 5 años.
TransMilenio va a comprar aproximadamente unos 4.000 vehículos nuevos que espera ponerlos a rodar a la par con la flota antigua restaurada y dependiendo del rendimiento de los buses viejos, deberá comprar más para poder reemplazarlos. Lleva en promedio de tres semanas a un mes acondicionar uno de los viejos buses, a un bus del SITP. ¿Por qué?
Hay dos procesos, el ensamblaje del chasis y el de la carrocería. Dependiendo del análisis, la reparación del bus puede demorarse en promedio una semana en la parte técnica y mecánica, otra en la parte de latonería y pintura, y otra instalándole la tecnología necesaria y el sistema de recaudo.
El tratamiento y ensamblaje del chasis incluye motor, rodamientos, caja de velocidades, baterías, tren trasero, troquel, entre otros. Luego, se arma un esqueleto en fibra de vidrio y se acopla la trompa, los costados, los pisos y las capotas o el techo para revestir el bus.
Los buses del SITP deben implementar el sistema de recaudo Sirci, que consiste principalmente en un lector de las tarjetas electrónicas Tu Llave y otros aditamentos que permiten la integración con los demás sistemas de transporte, es decir con las troncales de Transmilenio y los alimentadores, entre otros.
Los dueños de los buses de servicio público tiene dos opciones: la primera es rentar su vehículo a los operadores y formalizar un contrato de sociedad por 24 años con un sueldo fijo, o vender el bus. El Distrito tiene una tabla de valores para poder comprar los buses de acuerdo a su estado jurídico, físico y el modelo.
Los buses del SITP, según la ley 1083, deben estar adaptados a partir del primero de enero de 2013 para utilizar combustible Euro 4, que solo arrojan al aire 50 partículas de carbono por millón, es decir, tienen una tecnología mucho más limpia que los que se mueven con diésel. Según algunos operadores, el alcalde Gustavo Petro quiere exigirles utilizar en los buses tecnología que permita implementar el combustible Euro 5, según la resolución 01304 para junio de 2013, que es menos contaminante.
“El problema es que no se sabe si incluso Ecopetrol pueda suministrar esa clase de combustible y la implementación para la tecnología de los buses implicaría una reestructuración total”, argumenta uno de los operadores.
Los buses que se utilizan para el transporte local, urbano, son en su mayoría buses tipo ‘Padrón’, colectivo y microbús, con capacidad para 80, 40 y 19 pasajeros respectivamente. TransMilenio hará una implementación gradual de la flota cada 4 meses en las diferentes zonas de la ciudad para que al término de estos 18 meses, solamente los buses del SITP estén circulando por las calles bogotanas.

FUENTE: EL TIEMPO


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